Hoy quise contemplar
esos viejos retratos
que son testigo fiel
de los felices ratos
que vivimos una vez en primavera,
primavera que ya nunca volverá.
La juventud se va
y nos ponemos viejos,
los hijos ya no están
pues se marcharon lejos,
pero quedan con nosotros los recuerdos
del amor de ayer.
Y pensar que los años se van,
mas no importa, total quedará
el recuerdo feliz de un ayer que se fue.
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